Sábado cinco de enero
Vivo una tarde serena
pero fría
Donde la niñez es el
recuerdo
Que aunque lejano no
se olvida.
Me acerco a ver la
cabalgata
En el centro, la
calle Sierpes
Sin querer, mi serena
mirada
Suele emocionarse fácilmente.
Recuerda sencillamente
aquel año
Siendo apenas una
niña
Recuerdo haber
disfrutado
Porque también fue
primicia.
Aquella tarde iba de
paje
Como siempre,llena de
ilusión
Mi pequeño pueblo
quiso brindarme
Una noche llena de
fantasía y emoción.
Es bonito ver a los
chavales
En medio de tanto gentío
En una noche donde
nadie
Puede olvidar los
momentos vividos.
Entre nervios,
ilusión y risas
Va avanzando el
cortejo
El corazón sueña
todavía
Con ese niño que llevamos
dentro.